Mejorar el desarrollo de la vida

Para conseguir una buena cosecha y un buen vino, hay que empezar correctamente desde el campo. Para ello necesitas diferenciarte de tus competidores alcanzando la máxima calidad.

El primer paso fundamental para obtener excelentes resultados con la vid es llevar al subsuelo sustancias orgánicas y elementos minerales como el fósforo y el potasio .

Estos elementos por lo general si se fertilizan más tarde quedan retenidos en la superficie. El fósforo es muy útil sobre todo al inicio del cultivo ya que se utiliza para el desarrollo de las raíces y posteriormente para dar energía a la planta.

Posteriormente, las vides requieren grandes cantidades de nitrógeno. Este elemento es fundamental para estimular la formación de la estructura productiva y para las fases posteriores.

La fertilización foliar cierra el círculo, aportando los macroelementos y microelementos necesarios. A través de esta técnica, de hecho, es posible evitar que el raquis se seque mediante la pulverización de sales de calcio y magnesio.

Cuando se cultiva un suelo durante mucho tiempo, puede suceder que los cultivos sufran una falta de nutrientes a pesar de la fertilización regular. Esto se debe a una explotación desmedida de la tierra que la priva de elementos esenciales, como los microorganismos, que luchan por nutrir las plantas.

Nuestros microorganismos están diseñados para mejorar la estructura del suelo, aumentando la eficiencia y la ingesta de nutrientes y la resistencia de la planta .